Optimus, lo mismo dispara que agarra un huevo. Tesla BOT

El futuro se percibiría terrible cuando los escribanos en papiro vieron aparecer el papel. Sería falso negar que nos fascina la inventiva, al mismo tiempo que nos aterra. Inventar es propiedad inherente de la humanidad. Y este precio entre el bien y el mal alberga un público diverso. Por un lado los que se entusiasman ante cualquier novedad y por otro los escépticos, negacionistas, estancados, etc. Llámeles como quiera, yo subo al tren de los curiosos. 

Hace unos meses publicaron en YouTube el video donde este robot humanoide, además de bailar, tomaba una metralleta y disparaba contra un cybertruck conducido por otro de su misma especie. Hoy lo vi expuesto en uno de los concesionarios de Tesla, la compañía detrás del proyecto. 

Tenerlo enfrente es sobrecogedor. Miedo, encanto, estupor, son algunas de las sensaciones que produce; sobre todo cuando se trata de una máquina capaz de sustituir a un ser humano en algún aspecto de la vida. Según Tesla, el objetivo de Optimus (así se le conoce) será desempeñar trabajos peligrosos que ejecutan ciertas personas. No especifican si consiste en convertirlo en soldado y lanzarlo a una guerra. Sin embargo, después de verlo disparar, se abre un mundo de posibilidades en un futuro próximo. Al ritmo que van las cosas no me extrañaría que asista a desvalidos, ancianos y que hasta se estrene de niñera. Un robot humanoide de este tipo podrá cuidar una casa mejor que un perro, o manejar los quehaceres del hogar, incluyendo la preparación de una cena a lo Michelin. 

El nivel de sofisticación que ha ido alcanzado se aprecia en los videos más recientes, cuando llega a manipular un huevo de gallina mejor que muchos de mis colegas. Algunos ingenieros y profesionales relacionados con la robótica se muestran muy escépticos, alegando sobre todo que Tesla está inflando un globo con Optimus. También recuerdo opiniones similares de entendidos en la materia cuando se habló de coches eléctricos en las carreteras. Hoy en día es una realidad que va en aumento. ¿Quién diría hace unos años que un teléfono fuera capaz de grabar un video en 4K o dos personas a millas de distancia pudieran comunicarse por videollamada? En San Francisco deambulan varios taxis sin un chofer tras el volante, al mismo tiempo que ya se producen motos capaces de volar. 


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